‹‹Las cosas por su nombre. Entre la sedición y el golpe de Estado. Ahí es donde estamos. Mejor sería no tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución, y mucho menos el 8, para resolver el órdago secesionista catalán. Eso es lo que hizo la II República en 1934…››.
Si esas palabras las pronuncio yo, general del Ejército, aunque retirado, mañana estarían circulando por la red con grandes titulares: Un general dice…››. En eso le llevo ventaja a quien las ha escrito: Luis María Ansón, de la Real Academia Española (El Mundo jueves 14 de enero 2016). Seguramente habría sido más leído que él.
Eran alrededor de las ocho y veinte de la tarde del 23 de febrero de 1981. Jordi Pujol, Presidente de la Generalidad, hablaba con el Rey.
¡Tranquilo, Jordi, tranquilo!
En unos días se cumplen 35 años de aquello.
Es historia. La historia del “golpe de timón” o “golpe de bisturí” en expresiones acuñadas por Tarradellas, antecesor de Pujol, meses antes de darse el golpe.
De aquel 23F quedan dos o tres personajes del primer nivel y otros dos o tres del segundo que saben cosas; más que el resto. Quizá todas las cosas. No, Pujol no. Su honorabilidad iba por otros caminos. Saber sabe, pero de otras cosas que no le dejaban tiempo libre para frivolidades.
Tarradellas dijo con rotundidad:
‹‹Si no hay unidad en España, en Cataluña, en el País Vasco, en todo el país, no nos salvamos. Soy un ciudadano catalán y español apasionadamente preocupado por el país››.
Más de una vez lo he dejado escrito y ahora vuelvo a ello: entre los pliegues de las guerreras buscó protección más de un villano. Pero las guerreras hace ya mucho tiempo que todos saben que no son manipulables, conocen la ley, su juramento, su misión constitucional y como cumplirla. Y los villanos huyen de la ley. Ahora se esconden en la agitación permanente o en la debilidad del que tiene como responsabilidad cumplir y hacer cumplir la ley. El resto, la infantería de a pie, la de la lucha esforzada del día a día, guarda silencio y cierra con fuertes candados la puerta de su casa. Recuerda su pasado, busca el pan nuestro de cada día en su presente y reza por el incierto futuro. Pero fiarse, fiarse, ni del compañero de pareja.
Dicen que la receta para evitar el golpe de Estado se cifra en el diálogo. Pues muy bien. La ley no se dialoga. Se cumple. Si la incumples te la aplican. Así es para esa mayoría demasiado silenciosa.
Momento incierto. Pactos, ofertas, intercambios, el sonido de la traición.
Surgen personajes que no son el paradigma de la estabilidad y fiabilidad. Antes la palabra era ley. Ahora ni palabra ni ley. Fiarte, ni del compañero de pareja, ni de la justa aplicación de la justicia. Se puede pactar. Otra cosa es fiarte del pacto, reconocer la firma. ¡Para fiarte está el panorama!
‹‹Lo que más añoran las dictaduras es la juridicidad que les falta, y empeñan sus mejores y mayores esfuerzos en fingirla o sustituirla››. Son palabras del siempre joven y actual Umbral. Escribía sobre el 23F. Es perfectamente aplicable al actual golpe de Estado, el de Cataluña, que espera, desesperadamente, hacer de su capa un sayo dando juridicidad a su golpe. Esperemos que la ley sea igual para todos y que nadie tenga nada que esperar del favor ni temer de la arbitrariedad. Hacer legal lo que es ilegal no pueden acordarlo unos cuantos a capricho. Eso no sería hacer política sino cometer un delito.
En combate se adopta la situación defensiva cuando los medios no te permiten actuar ofensivamente. Permanecer mucho tiempo en defensiva es el equivalente a perder la guerra. No hay tiempo que perder, contamos con el mejor y más potente medio para evitar el golpe de Estado: La Ley.
‹‹Mejor sería no tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución, y mucho menos el 8, para resolver el órdago secesionista catalán››.
No lo he dicho yo, aunque también.
¡Rey don Sancho, Rey don Sancho!, no digas que no te aviso,
que de dentro de Zamora un alevoso ha salido.
Pero insistan en el diálogo y la negociación. Vuelvo a Umbral: ‹‹Es vieja la teoría según la cual al cínico no se le combate con moralidades, sino con mayor cinismo››.
Yo preferiría simplemente aplicar la ley. Cumplirla y hacerla cumplir.
Juro o prometo. Yo lo juré hace solo cincuenta años.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
No lo olviden. Les esperamos el día próximo día 26 martes a las siete de la tarde en el Centro Cultural de los Ejércitos en la calle Gran Vía 13 de Madrid.
La entrada es libre para todos y nos gustaría escuchar sus opiniones.
General Dávila 
Buenos días
Durante demasiados años los políticos españoles han dejado hacer a los enemigos de España y estos han aprovechado las oportunidades que el Estado le proporcionaba con habilidad y astucia.
Voy a recordar algo que en la actualidad es casi un delito, llegara a serlo, pero aun no lo es, un par de párrafos del testamento político de Franco.
«Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido»
» Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la patria.
Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte,
«¡Arriba España! ¡Viva España!».» .
Esto es en síntesis lo que deberíamos hacer los españoles, es sencillo y claro, defender la unidad de la patria frente a todo aquel que pretenda destruirla.
Las leyes españolas hacen suyas esta unidad, la Constitución es taxativa al respecto, pero los políticos ¡AY los políticos! no tienen mas fin ni mas norte que sus intereses a corto plazo, intereses que superponen a cualquier otro y que ha lastrado el andar patrio hasta prácticamente pararlo.
Hace años, con un solo movimiento de la mandíbula del poder los separatistas se agarraban a la silla y miraban de soslayo a los terroristas para que les hicieran el trabajo sucio y obligara a los políticos a tragar, cosa que finalmente han hecho.
En la actualidad los separatistas amenazan a España y los políticos que deberían defenderla balbucean y miran para otra parte buscando como escurrir el bulto.
La falta de fe en sí mismos y de empuje de los españoles ha dejado la puerta abierta a los políticos para chalanear todo y con lo que es de todos.
La falta de aplicación de estas leyes nos ha llevado, de nuevo, a un callejón sin salida, pues es evidente que la rebelión secesionista ha llegado a tal nivel que ya no se puede parar sin violencia, sin aplicar las leyes con la fuerza que da la legalidad vigente y que será respondida con violencia ya que los separatistas están muy crecidos.
El 23 de Febrero de 1981 los separatistas se llevaron un susto de bigote, Pujol recordó de golpe que era oficial de complemento y que amaba a España por encima de todas las cosas, mientras los separatistas vascos se quedaban sin aliento o se tiraban de cabeza al Cantábrico, mientras les duró el miedo les duro la sensatez, pero claro, todo se termina y el susto también se les termino, resultado, el que tenemos.
La ley no se ha aplicado y en consecuencia estamos al borde de que los políticos catalanes secesionen su región sin que por lo visto el Gobierno vaya a aplicarles Ley alguna.
Y ese es el problema, los malos se crecen cuando los buenos reculan.
España está de capa caída y su sociedad, generalmente bien intencionada no sabe que árbol da sombra y que árbol da bichos.
Me pregunto si los españoles saben, ven o tienen claro lo que está sucediendo y lo que sin duda, va a pasar.
Saludos
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El problema de todo esto que está pasando, es debido a la incultura que se le ha ido inculcando a este Pueblo, sin que nos diésemos cuenta, poco a poco, sin prisa pero sin pausa.
Ha llegado el momento oportuno que esperaban los enemigos de España, y aquí no se entera o no se quiere enterar nadie, pues aún con todo lo que está pasando, veo gentes, ( incluso periodistas y tertulianos afamados ), que siguen diciendo, que no, que aquí no va a pasar nada, ¿ que mas tiene que pasar en España, para que despierten de este letargo al que les tienen sometidos estos Políticos, y estos medios informativos ?.
Y aquí estamos los que hace tiempo ya nos veníamos venir todo esto, desarmados, no solo de armas, sino moralmente, que es lo peor que le puede suceder a alguien que pretende defenderse de los que les quieren «agredir», sin voz, porque, ¿quien pone voz a esta parte del Pueblo que no está de acuerdo con todos estos cambalaches y negociaciones a no se cuantas bandas de estos políticos ineptos y miserables que tenemos ?.
Hora va siendo ya, que alguna voz, llame a las cosas por su nombre y nos dé a todos los que estamos sedientos de justicia en España, esa «voz», que nos guíe de una vez por todas, a acabar con todo este latrocinio a todos los niveles, que llevamos tiempo padeciendo, y aunque queramos, no sabemos como acabar con el.
¿ Que voz, va a decirlo claramente ?., que hay que acabar de una vez con estos diecisiete reinos de Taifa, que nos dimos con la Constitución del 78, que son los que nos llevan irremisiblemente a la ruina social y económica, y a propiciado la desigualdad de los Españoles.
Porque Srs., mientras no se acabe con esto, España no tiene futuro, lo queramos o no, el problema de la falta de identidad de todos los Españoles, está ahí, en esa partición de España que hicieron, ( no sé si interesadamente ), los Padres de nuestra Constitución vigente.
Reciban un abrazo de un veterano CLP, lo crean o no, poco pendenciero, y menos Guerracivilísta, pero cansado de que nadie haga algo por acabar con todo esto, antes de que la situación sea irreversible, si no lo es ya.
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Reblogueó esto en El Heraldo Montañés.
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Buenas noches, General Dávila. Yo también suscribo las palabras del Sr. Ansón, pero no siempre, sino raramente, uno elige el destino al que le lleva su juramento, lo suelen elegir sus enemigos; hace ya muchos años, otro General señaló «ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado…», consecuente al escenario «ofrecido» por » …los profesionales de la política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que… amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso», unos profesionales que están yendo mucho más allá de su oficio de administradores, regateando públicamente sin vergüenza alguna teniendo en prenda la existencia misma de la Nación sin que nadie acepte el desafío y frente al desconcierto e indefensión de la mayor parte del pueblo español cuyos derechos históricos se encuentran faltos de valedores. La ley no falta, pero a la ley le falta un brazo firme, fiel a la innata voluntad de imperar de aquella y, sin este brazo, no es más que objeto de desprecio cuando no de burla, pues la ley no es nada sin la fuerza para hacerla prevalecer.
Diariamente somos testigos de cómo los enemigos de la Nación, de nuestros derechos más sagrados, obtienen ventaja tras ventaja a nuestra costa aprovechando nuestra propia pusilanimidad y, sobre todo, la de los que han dado palabra de defender a la Nación y sus derechos. Quisiera recordar unas palabras de Yehuda Bauer (1926-), historiador judío del Holocausto, que creo que encajan con este momento: “Thou shalt not be a victim, thou shalt not be a perpetrator, but, above all, thou shalt not be a bystander»; «no serás una víctima, no serás un agresor, pero, sobre todo, no serás un espectador». Nadie de nosotros querrá ser una víctima, nadie de nosotros aceptará reconocerse como agresor, puesto que no tenemos más puesto que el de la de la defensa pero, sobre todo, nadie de nosotros querrá ser un mero espectador, que es la denigrante, inaceptable y deshonrosa situación a la que nos quieren someter los profesionales de la política, dando el protagonismo a nuestros enemigos.
Reciba un fuerte abrazo.
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Un fuerte abrazo y gracias.
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a la orden de boececencia halli estare
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